Linkedada "Digiere tu éxito, gestiona el fracaso" BBK bizkaia.network y OnlyOne
News
News, Entrepreneurship: Entrepreneurial Culture, Entrepreneurship: Entrepreneurial Culture
La linkedada "Digiere tu éxito, gestiona el fracaso" BBK bizkaia.network y OnlyOne ha sido un verdadero éxito y un fracaso total.
Un verdadero éxito porque hemos tenido la oportunidad de conocer, escuchar y compartir historias maravillosas sobre estos temas tan espinosos en el mundo empresarial y del emprendimiento.
Un fracaso total porque el tiempo se quedó corto para poder compartir más con los asistentes.
Pero vamos a ver, antes de nada, qué son un éxito y un fracaso.
Según la RAE un éxito es: Resultado feliz de un negocio, actuación, etc. Buena aceptación que tiene alguien o algo. Fin o terminación de un negocio o asunto.
Por su parte, un fracaso sería: Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio. Suceso lastimoso, inopinado y funesto. Caída o ruina de algo con estrépito y rompimiento.
Como podéis ver en sus definiciones, hacen referencia directamente al mundo de los negocios y por ello la LINKEDADA quiso centrarse en estos dos temas, ya que son muchos los negocios y emprendimientos que deben gestionar las dos situaciones.
Justamente como es algo que nos puede suceder a todos, es importante entender que no estamos solos y que las experiencias de otros nos pueden aportar para entender cómo vivir la presión, la euforia y la soledad ante estas situaciones.
Somos emociones, nuestros éxitos y fracasos también
Si bien los negocios son transacciones en las que se intercambian bienes o servicios a cambio de algo, dinero, por ejemplo, los resultados dependerán de muchos factores, incluso las emociones de quien los realiza.
En el mundo de los emprendedores se habla del espíritu inconformista, de personas con ganas de cambiar el mundo, es decir de: emociones.
“Para hacer y consolidar aprendizajes necesitamos muchos errores y no estamos educados para vivenciar de una forma positiva todo ese camino”, asegura Pablo Cueva psicólogo, director en Poziktiba Health Center y parte de la Directiva del Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia, quien nos acompañó en la LINKEDADA para hablarnos sobre la psicología de los negocios e inteligencia emocional.
En este sentido, nos indica que para lograr un objetivo son necesarias varias intentonas fallidas y esto debemos asumirlo y comunicarlo, “hay que educar a las personas para que entiendan que no pasa nada con el error”.
Es decir, que el error es un método de aprendizaje que nos permite reconocer si lo que estamos haciendo nos lleva hacia dónde queremos.
En cuanto al éxito, asegura Pablo, que “tenemos una tendencia a medirlo todo, la medida de las cosas nos da un punto de referencia, pero es solo un punto de referencia y no podemos hacer que ese punto se convierta en un absoluto”.
Entonces, “solemos medir los resultados de algunos aspectos del negocio y a partir de estos determinamos si son positivos o negativos”. Pero sólo estamos midiendo una parte “qué no podamos medir el éxito o el fracaso o que solo podamos medir una parte de ello, no nos tiene que impedir darnos cuenta de lo fundamental: que es subjetivo” asegura.
Esto quiere decir que los resultados medidos pueden ser un éxito para unos o un fracaso para otros, porque va a depender de la referencia personal de cada cual.
Por ejemplo: si quiero ser el profesional más reconocido del país y tengo un negocio que me permite una vida digna pero no ese reconocimiento, puedo asumirlo como un fracaso ya que mi métrica interna apunta a otra parte. Pero alguien externo al ver que mi negocio es rentable lo puede considerar un éxito.
Por tanto, el éxito y el fracaso pueden ser el resultado de una interpretación subjetiva, emocional.
¿Cómo digerir el fracaso?
El fracaso, como hemos visto, es una interpretación de una acción fallida que asumimos de manera negativa.
Es el resultado de nuestra interpretación y la de otros sobre los resultados de un proyecto en el que nos embarcamos y que no logra cumplir los objetivos con que se planteó.
Cada persona es un mundo y cada mundo tiene sus propias reglas y es por ello que cada uno asume y digiere de forma diferente el fracaso.
Veamos lo que nos contaron los participantes en la MESA DE LA EXPERIENCIA, que nos acompañaron:
- Debemos entender que: “si tu proyecto fracasa tu no fracasas”, asegura Roberta Vicente, técnica de innovación y emprendimiento en Deusto.
- Pablo Cueva afirma que es necesario gestionar la autoeficacia haciendo una lectura positiva de nuestros logros anteriores, lo que nos permite conocer lo que somos capaces de hacer a la hora de enfrentarnos a nuevos retos, incluso cuando lo que viene es desconocido.
- Jorge González, de Demium Startups, añade que es necesario aprender a gestionar el cómo interpretamos los fracasos y para ello es necesario que las personas se preparen en autoconocimiento, gestión de equipos y comunicación.
- Juan Alberto González, mentor en SECOt, apunta que prefiere no llamarlo fracaso sino intentos fallidos, experiencias que se suman y aportan al crecimiento.
- Nagore de los Ríos, directora de marketing y comunicación en TECH Friendly, considera que el fracaso depende de cómo lo interprete cada cual, puede ser un aprendizaje que te da herramientas para continuar y crecer.
Aunque a veces puede sonar a perogrullada, el fracaso definitivamente es una experiencia que genera una experiencia y que también puede acarrear consecuencias en diferentes aspectos de la vida; pero dependerá de cada cual cómo asuma este resultado y cómo lo incorpora a su experiencia de vida para continuar adelante.
No morir de éxito
Los resultados positivos también tienen su cara oscura y muchos emprendedores y negocios terminan muriendo de éxito al no saber gestionarlo o escalarlo al siguiente paso.
- Para muchas personas el éxito consiste en conocerse así mismo, en superar etapas difíciles y creer en sí mismo. “El éxito se mide en la satisfacción de las personas”, nos contaba José Bezanilla, Coordinador de Lanzaderas de Empleo y Emprendimiento de Bilbao.
- “Tenía mi propia consultoría que iba muy bien y hubo un momento vital que me hizo evaluarme si lo que estaba haciendo realmente me motivaba. Después de evaluarlo me di cuenta de que no lo hacía, así que decidí ir un paso más allá y meterme en el mundo de los startups. Porque a pesar de que mi negocio iba bien, necesitaba ir un paso más allá” confesaba Idoya Garcia COO de Boxsr. “Tenía una idea muy buena y me lancé a montar una startup y todo iba muy bien y a todo el mundo le gustaba mi idea, pero no estaba generando ingresos, de modo que era un éxito, pero no veía los resultados y tuve que dejarlo. Después me di cuenta de que ese fracaso había sido mi mayor éxito porque aprendí mucho y me sirvió para crear mi nueva empresa”. Remataba Idoya.
- “El empresario sabe hacer productos, pero no sabe negociar, entonces su capacidad para aguantar es buena, pero cuando llega el momento de dar el siguiente paso no sabe cómo hacer y la decisión debe ser buscar un gerente que te ayude a avanzar”, añadía Juan Alberto.
Prepararse para triunfar y para perder
En general, y de acuerdo con las experiencias compartidas, queda expuesta la necesidad de formar a las personas para asumir y gestionar tanto el fracaso como el éxito.
En ese sentido, destacan temas a potenciar como: el autoconocimiento, la inteligencia emocional y el propósito.
Es necesario que las personas, en especial quienes decidimos el camino del emprendimiento, seamos capaces de mirar hacia dentro e identificar quiénes somos y qué es lo que podemos aportar al mundo, identificar nuestras virtudes y capacidades, pero también nuestras carencias y trabajar en ellas.
La inteligencia emocional en el mundo de los negocios juega un papel importante ya que es la que nos permite asimilar las diferentes situaciones que se nos presentan y encajarlas de la mejor manera para poder continuar hacia adelante o volver hacia atrás si hace falta.
Y el propósito es vital, ya que sin este no hay razón de ser, como dijo Juan Alberto “hay un proverbio chino que dice: si no sabes dónde estás ni a dónde quieres llegar, será difícil que encuentres el camino”.
Para terminar, debemos resaltar la importancia de compartir y escuchar experiencias de otras personas que han recorrido un camino y tienen mucho que aportar desde sus vivencias.
En el mundo del emprendimiento la soledad es uno de los peores enemigos, ya que genera sensación de aislamiento a la persona y esto hace más compleja la forma de sobrellevar las diferentes situaciones que se presentan a diario.
Generar espacios en los que se pueda compartir y conocer a otras personas ayuda a fortalecer no sólo las redes de contactos de los emprendedores sino sus experiencias de vida y con ello su capacidad para afrontar las dificultades y éxitos de sus proyectos.
En la sociedad de la conexión es necesario que rompamos las barreras 2.0 y generemos más espacios físicos en los que podamos continuar fortaleciendo el tejido social y humano que haga posible una mejor sociedad, más humana y colaborativa.